Proyectos inmobiliarios: Fondos como Asset Management, Larraín Vial o Credicorp ya prueban suerte con este sistema. «La clave es detectar la demanda», aseguran.
Los Proyectos inmobiliarios son una categoría inmobiliaria distinta al de oficinas y retail, permite diversificar carteras» Horacio Morales Senior Research Manager CBRE.
El 60% de la cartera de los fondos de inversión inmobiliarios están en rentas habitacionales» Jaime Sarrá Director Nai Sarrá.
La ecuación de los Proyectos inmobiliarios es simple. Construyo, me quedo con el edificio y lo arriendo. Otra alternativa: compro un edificio completo y lo destino a arriendo.
Así, tal cual como hace ya una más de una década, opera el mercado de oficinas en Chile y el mundo. «Es una tendencia mundial», dice el experto inmobiliario Jaime Sarrá, director ejecutivo de Nai Sarrá. Entrega un dato contundente: «el 60% de la cartera de los fondos de inversión inmobiliarios están en rentas habitacionales».
Asset Management tiene siete edificios, cinco operando y dos en construcción. Y ya están levantado capital para debutar con el octavo.
Todos en Santiago Centro. Claro que hay varios otros en carpeta de la mano de Larraín Vial, Suksa, ImTrust, Credicorp, Compass y Ebco, por mencionar los que más suenan en el mercado.
La clave de este tipo de propiedades es calzar con la demanda. Por eso, la cercanía con el metro, núcleos empresariales o universitarios es vital.
Los Proyectos inmobiliarios son edificios de 1 ó 2 dormitorios, que apuestan a tener entre sus arrendatarios a estudiantes de regiones, extranjeros, trabajadores y parejas jóvenes o separados que buscan estar cerca de su oficina o el estudio. Por segmentos, C2 y C3.
Proyectos inmobiliarios: La tendencia
La lógica de construir para arrendar de los Proyectos inmobiliarios partió fuerte en Estados Unidos y Europa hace un par de décadas.
Ramiro Figueroa, jefe de inversiones inmobiliarias de Chilena Consolidada-Zurich Chile, dice que hay tres razones para este crecimiento: en las principales ciudades del mundo el valor del suelo es cada vez más alto; las condiciones de financiamiento son más restrictivas; y las familias se están haciendo menos numerosas y tienen mayor movilidad laboral.
La rentabilidad de estos proyectos inmobiliarios fluctúa entre 5 % y 8% más UF anual, dice el gerente de un fondo que se dedica al negocio. «Entre 6% y 7,5%, dependiendo de la ubicación y calidad de los activos», plantea Horacio Morales, Senior Research Manager de CBRE.
Morales de CBRE dice que «se trata de un modelo de inversión contra cíclico, la necesidad de vivienda es inelástica en períodos de desaceleración económica, limitando en parte el impacto sobre los flujos».
Proyectos inmobiliarios El ojo de las aseguradoras
Según Jaime Sarrá los principales aportantes de los fondos para Proyectos inmobiliarios hoy son las compañías de seguros y family offices locales.
«Se trata de una categoría inmobiliaria distinta al de oficinas y retail, permite diversificar carteras», dice también Horacio Morales, y agrega que los contratos suelen ser por períodos no muy largos, lo que hace más fácil ajustar los precios al alza».
En octubre pasado el Congreso aprobó la posibilidad de que las AFP puedan invertir en fondos inmobiliarios, lo que hoy está en análisis por parte del Comité Técnico del Ministerio de Hacienda y podría materializarse a partir de fines del 2017, «lo que empujaría aún más el negocio».
En Chile sólo el 15% del mercado inmobiliario es de arriendo y en los países desarrollados ya se empina por el 35%.
Proyectos inmobiliarios: Administración
Los edificios de los proyectos inmobiliarios que se levantan exclusivamente para arriendo se manejan de manera centralizada. Como una hotelería. El ideal es partir de cero. Pensar la construcción para este objetivo. Por eso no ha despegado con más fuerza aún.
No tienen gastos comunes, se pagan directamente en el arriendo. Y ofrecen todos los servicios que puede llegar a requerir un arrendatario.
Es clave el manejo del día a día, pues los costos de operación deben mantenerse a raya, pues influyen directamente en la rentabilidad.
Fuente: La segunda